Estudiar canto implica estar dispuesto a observar minuciosamente como funciona nuestro cuerpo, al igual que cuando aprendemos a manejar o aprendemos un deporte, tenemos que tener todas las antenas puestas en nuestro cuerpo. A veces nuestros prejuicios no nos dejan soltar realmente la voz por que creemos en un patrón de belleza. Otras veces nos acostumbramos a hablar y a escucharnos de una manera y no podemos ni queremos cambiar el sonido de nuestra voz. Por eso estudiar canto también implica no tener prejuicios con los sonidos y estar dispuestos a escuchar una "fea" voz que nos lleve a una buena técnica vocal. Escucharnos y percibir nuestras sensaciones.
La voz se nutre de muchas cosas, por eso es rica y complicada, depende de la respiración, del aire, de nuestro oído musical, de nuestro estado de ánimo, de nuestro ciclo menstrual (obviamente en las mujeres), de las hormonas, de nuestra digestión, de nuestros resfríos, de las contracturas,de nuestra buena o mala postura, del pucho que me fumé ayer, de la alta calefacción en invierno, del alcohol y podría seguir nombrando variables que pueden modificar el timbre, color y rendimiento de la voz. Por eso el estudio del canto a muchos les aburre y les parece tediosa, en cambio a otros ,como a mi, nos fascina y creamos nuestro mundo alrededor del canto,la música y la palabra.
La voz se nutre de muchas cosas, por eso es rica y complicada, depende de la respiración, del aire, de nuestro oído musical, de nuestro estado de ánimo, de nuestro ciclo menstrual (obviamente en las mujeres), de las hormonas, de nuestra digestión, de nuestros resfríos, de las contracturas,de nuestra buena o mala postura, del pucho que me fumé ayer, de la alta calefacción en invierno, del alcohol y podría seguir nombrando variables que pueden modificar el timbre, color y rendimiento de la voz. Por eso el estudio del canto a muchos les aburre y les parece tediosa, en cambio a otros ,como a mi, nos fascina y creamos nuestro mundo alrededor del canto,la música y la palabra.
